La Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en coordinación con la Secretaría de Pueblos Indígenas y Afromexicano (SEPIA), le apuesta al rescate del Chocholteco con la implementación del programa “Lenguas Vivas” en la comunidad de San Mateo Tlapiltepec del distrito de Coixtlahuaca, en la región mixteca.
“Luego de 6 meses de trabajo, los alumnos expresan ya, con orgullo, algunas frases en su lengua materna y practican su vocabulario en el aula”, además de recibir un incentivo económico por aprender el chocholteco, expresó el director de la Escuela Primaria “Benito Juárez”, de dicha comunidad, Juan Reyes García.
Asimismo, indicó que la lengua chocholteca cuenta en el distrito de Coixtlahuaca tan solo con 232 hablantes, todas personas de la tercera edad, quienes año con año pierden la salud y la esperanza de rescatar su lengua originaria, que al igual que el ixcateco, zoque, amuzgo, chocholteco y chontal, se encuentran en peligro de extinción en Oaxaca.
Recalcó que, sumado al trabajo con el Gobierno del Estado, la institución cuenta también con un museo de piezas arqueológicas. “Tenemos fósiles de hasta 12 mil años de antigüedad, osamentas, esculturas talladas en piedra y piezas de barro, todas donadas por la comunidad”, explicó.
El siguiente paso, dijo, es consolidar el museo que opera de manera itinerante en las comunidades aledañas, dando a conocer la historia de un pueblo en peligro de extinción, que se mantiene a través del recuerdo y cuyo futuro depende de las nuevas generaciones, por lo que solicitó el apoyo a la autoridades correspondientes para darle forma al museo y evitar que las piezas se deterioren, luego de la evaluación realizada por estudiantes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y la Universidad del Mar (UMAR).
Por último, agradeció a quienes años atrás, centraron su atención en la comunidad con el descubrimiento del “Lienzo de Tlapiltepec”, denominado por expertos como uno de los más espectaculares documentos pictográficos de Oaxaca, elaborado aproximadamente en el año 1550, extraviado en el año 1900, vendido en 1907 al museo de Ontario de Toronto, en Canadá y rescatado en copia, en el 2015 con apoyo de la Fundación Alfredo Harp Helú.
La pieza original mide 4 metros con 60 centímetros de ancho y un metro con 60 centímetros de alto, en la que se retrata el significado del “Chicomoztoc” o la cueva de la creación que data del año 1080 AC.