Valle de México, 20 al 22 de noviembre de 2019.
Como una más de las acciones estratégicas que el Secretario General de la Sección 36, Mtro. Rigoberto Vargas Cervantes, ha impulsado en el Valle de México para fomentar entre las y los trabajadores de la educación una cultura sindical y educativa con perspectiva de género, del 20 al 22 de noviembre, en instalaciones de las seis oficinas regionales sindicales y en diferentes escuelas de educación básica del Valle de México, se llevó a cabo el taller de Sororidad “Hermandad entre mujeres”.
“El objetivo de estas actividades que realizamos es promover y fomentar una nueva mirada y conciencia sobre las creencias, prejuicios y formas de la violencia que afectan a las mujeres, y así saber y entender que es posible otra forma de relación más sana y armoniosa entre hombres y mujeres, basada en el respeto, en la igualdad, con equidad, alejada de cualquier tipo de violencia”, explicó la Profa. Martha Elena Gallardo Vázquez, titular de la Secretaría de Igualdad, Equidad y Derechos Sociales de la Sección 36.
Además comentó que el Mtro. Rigoberto Vargas Cervantes, comprometido para que la igualdad y equidad de género, más que discurso sean una práctica cotidiana en el ámbito sindical y educativo, desde el inicio de su gestión, además de actividades formativas, impulsó el servicio de atención psicológica para las trabajadoras de la educación, el cual se ha venido ofreciendo gracias al convenio de colaboración que suscribió con Casa Gaviota A.C.
De esta manera, hemos brindado acompañamiento y atención a las compañeras que han sufrido algún tipo de violencia laboral, social o familiar, el Secretario General nos ha instruído para que a ninguna trabajadora de la educación, se le afecte su integridad física, psicológica o emocional, enfatizó.
En los talleres, las facilitadoras explicaron que el término sororidad se refiere a la solidaridad y alianza que debe existir entre las mujeres; se trata de un gran apoyo mutuo entre mujeres con muchos beneficios: defender sus derechos, lograr el empoderamiento de cada mujer, y lograr cualquier objetivo que, en sororidad, las mujeres se propongan.
En las diferentes dinámicas, las participantes comprobaron que la sororidad fortalece a las mujeres, y por el contrario, la rivalidad además de generar diversos inconvenientes es un gran obstáculo para el bienestar y el éxito; la sororidad, quedó demostrado favorece la comunicación y permite formas más asertivas en el manejo de conflictos, y mejores resultados.